Un Año
“Quién está de duelo
se relaciona con un muerto que se va
llevándose con él un trozo de si”
Jean Allocuch.
Hace un año, mi madre Magda, mis hermanas Carolina y María Camila, mi sobrina Gabriella y yo, empezamos el recorrido hacia una nueva forma de habitar el mundo. Es aquí, donde toda la teoría del duelo me resulta útil y se queda corta a la vez.
Si morirnos significara arrancarle un trozo del alma a nuestros seres queridos, con toda seguridad nos haríamos eternos en este plano terrenal para no lastimarlos.
La belleza está en entender que los muertos se llevan un trozo de SI, se sella una etapa, se termina la posibilidad de futuros encuentros y nos queda la profundidad de memoria.
Cuando siento un dolor punzante en el pecho, que se ubica en la capa de piel y huesos que cuidan el corazón, es lógico que te llore y te extrañe. Me permito sentir ese espacio vacío, con la claridad, que el tiempo me hará entender que está lleno de todo el amor que diste. Ubico a los muertos en el cielo, entonces miro para arriba y recuerdo respirar en honor y en gratitud a la vida que recorrimos juntos.
A un año de transitar el umbral de tu partida y el paso para incorporar tu ausencia, reitero y afirmo que, los ritos fúnebres permiten reconocerse como parte de una comunidad. Nombrar en voz alta a quien nos deja, elevándole oraciones, canciones, poemas, alabaos y todas las manifestaciones posibles, sí hace diferencia; es necesario, es un derecho y es lo digno para el alma del difunto y para la vida de sus dolientes, tener un lugar para depositar los restos mortales del ser amado.
La cantidad de muertos que no pudieron ser despedidos por sus dolientes, ha aumentado y no da tregua. Colombia es un país de muertos insepultos y dolientes sin sosiego, pensamos que la lista de cuerpos para buscar y honrar se detuvo; la verdad, es que la lista crece a mayor velocidad a causa de la pandemia y de la violencia siempre activa que no nos da tregua. Hace un año tuve el honor de despedirte, hoy te repito las palabras más dolorosas y bellas que he tenido que pronunciar en voz alta.
“Dios y Patria; que en paz descanse mi General. Que tu vacío nos sea soportable y se transforme en fortaleza. Que la tierra te sea leve y descanses en paz papi.
BRIGADIER GENERAL GUILLERMO LEÓN DIETTES PÉREZ. 1944-2020