SOBRE LA FRAGILIDAD | ABOUT FRAGILENESS
Somos frágiles. Pero pocas veces somos conscientes de esa fragilidad. La cotidianidad nos envuelve en una falsa ilusión de estabilidad, pero cuando un suceso inesperado rompe nuestros esquemas, recordamos la fragilidad de la vida humana, la fragilidad de la sociedad, la fragilidad de nuestros seres amados, la fragilidad de nosotros mismos.
La estabilidad nos arroja hacia el futuro, tenemos planes, afanes y cansancios que nos hacen desatender la reflexión; pero la fragilidad nos arroja al presente, a la posibilidad de la pérdida, a estar presentes en el presente, atentos al desarrollo de cada hora.
We are fragile, however, few times we acknowledge that fragileness. The day-to-day life wraps us in a fake illusion of stability; but when an unexpected event steps into that mindset we are pushed to remember human life´s fragileness, society´s fragileness, our beloveds’ fragileness, and our own fragileness.
Stability drives us towards the future; we make plans, we have worries, we get tired, and that makes us forget that we need to reflect; fragility takes us to the present, to the possibility of loss, to be in the present moment, and aware of every development per hour.
Esa conciencia de nuestra fragilidad nos retorna a una actitud de cuidado, cuidamos lo que queremos que permanezca, aunque paradójicamente, por el solo hecho de vivir, estemos siempre al filo del umbral. Sin embargo, por más absurdo que parezca, nos cuidamos unos a otros para permanecer, aunque esos cuidados, lo sabemos, un día finalmente no vayan a ser suficientes.
Permanecer, a veces, se torna doloroso para quien transita el umbral. Allí el cuidado no logra curar, sino tan solo acompañar, implica permanecer al lado de quien sufre, brindar bienestar, tiene implícito el principio de permanecer unidos hasta donde sea posible.
The awareness of our own fragileness takes us to a caring attitude. We look after what we want that continues on; paradoxically, just because we live, we are always at the edge of life and death. Even if it sounds absurd, we take care of each other to keep on living, even though those cares at the end, and we know it, one day will not be enough.
Staying on, sometimes, becomes painful for those who are at the edge. There, care is not enough to heal, it only provides company, it implies to stay at a side of who is suffering, it provides wellness; by principle, it implies to continue at someone's side as long as possible.
¿Cómo permanecer cerca en esta época, en la cual es precisamente la distancia la que nos protege? ¿Cómo cuidar a los que están lejos y requieren de nuestra presencia? ¿Cómo vencer la indiferencia en tiempos de distanciamiento social? ¿El distanciamiento social acentúa nuestro individualismo, o ya existía un profundo distanciamiento social entre nosotros como sociedad? Aterrizar los discursos en formas de compasión, en gestos reales de transformación se hace absolutamente necesario en estos tiempos interrumpidos de futuro.
How to continue being close these times in which distance is precisely what protects us? How to take care of those who are away from us and need our presence? How to beat indifference on these social distancing times we are facing? Does social distancing remarks our individualism, or, as a society, was there already a deep social distancing? In these times of interrupted future, it becomes something absolutely necessary to ground all concepts and speeches in a compassionate way; as signs of real change.
También cuidamos la memoria para que permanezca, ese frágil repositorio de nuestra identidad como individuos, y como sociedad. Sin embargo, la memoria, esa palabra que parece tan abstracta es, en últimas, física, y también requiere de cuidados reales, de acciones, de espacios para habitar, de nuestro propio cuerpo.
We also protect our memory so it continues on as that fragile depository of our identity as individuals and as part of a society. Nonetheless, memory, a word so seemingly abstract, is a concrete one, and it actually requires real cares too; it requires actions, places to inhabit, and our own bodies.
Hablar en voz alta es también un privilegio que se agota ante nuestro único límite real y es lo que encierra nuestro cuerpo, finalmente es ante la enfermedad donde todo se delimita; si entendiéramos eso, que somos fugaces, que nuestra permanecía es corta, y que todo tiende a desparecer, tal vez, nos instalaríamos en esa eterna fragilidad que nos insta al cuidado del ser humano, y, por supuesto, de su memoria como único legado de permanencia, de sabiduría, la herencia frágil de nuestros aciertos, pero también de nuestros errores, ese conocimiento que, en últimas, es el que puede garantizar la no repetición.
Speak out loud it’s also a privilege that dies out against our only real limit, the one kept by our bodies; at the end, it's when facing illness when limits are drawn. If we were able to understand that our existence is a fleeting one, that our stay in this world is short, and that everything tents to vanish; maybe we would stay on that eternal fragility that push us to take care of our fellow human beings, and of course, of their memory as their only legacy of existence, of wisdom; the fragile heritage of our successes, but of our mistakes as well. Knowledge that, at the end, it's what can guarantee non-repetition.
Días, muchos días de tratar de volver a enfocarme en la artista que se dedicó a tratar de hacer memoria, tengo profundo miedo al olvido. No al olvido histórico del cual hemos sido testigos una y otra vez, sino del olvido como una enfermedad física del cerebro. He acompañado, ya más de una vez, ese frágil momento en que poco a poco la información va abandonando los cerebros más brillantes que he conocido. Me pregunto con terror si hacer memoria de alguna forma no es condenarse físicamente a la necesidad de olvidar.
Por ahora, en vigilia por esa alma sabia que se debate en el umbral de la presencia y la ausencia, sigo acá presente haciendo memoria por quienes ya despedí y en eterno agradecimiento por este camino que seguiremos recorriendo juntas o, que en honor a ti, se iluminará más brillante que nunca.
I have been many days trying to get back and focus on the artist that dedicate herself to make « memory ». I have a deep fear of oblivion, not the historical oblivion that we have witnessed again and again, but as a physical brain disease. I have accompanied, more than once, that feeble moment in which little by little knowledge abandons the minds of the most brilliant people I have ever known. I ask in terror if making « memory » it's not, somehow, physically condemning yourself to the need of forgetting.
For now, I am watching over that wise soul that fights between the edge of being or not being, I am still present here, making « memory » for those who I have already said goodbye to; in eternal gratitude for the path that we will continue to follow together or that will shine brighter than never before in your honor.