Cierre
Medir el tiempo y comprender los ciclos de la vida ha sido una necesidad humana desde sus albores. Por ello, los seres humanos hemos observado la naturaleza y los movimientos del universo con el fin de identificar nuestras etapas de siembra, de espera, de cosecha, de verano, de invierno.
Pero el tiempo es también relativo a nuestras experiencias como individuos, y hay sequías más largas que otras de acuerdo a nuestra propia sed, en las que esperamos con anhelo la fecha que marca su final. A veces desearíamos que ese final fuera contundente, como un libro que se cierra y así, poder dar paso a uno totalmente nuevo, diferente.
Measuring time and understanding the cycles of life have been a human necessity since the very beginning. Because of this we, as human beings, have always observed nature and the movements of the universe in order to identify the best time to seed the land, to wait, to harvest, of summer, of winter.
But time is also relative to our experiences as individuals. Some droughts are longer than others in accordance with our own thirst, where we eagerly await for the time they will end. Sometimes we hope for an abrupt ending, like the closing of a book, giving way to a completely new and different ending.
Sin embargo, hay cierres que no se determinan por un día específico señalado en el calendario, sino que se alargan, se prolongan o nunca concluyen en realidad, sino que se hacen más sutiles con el paso del tiempo, hasta que nuevos ciclos le dan otro color a esos finales que no sabemos a ciencia cierta si alguna vez terminaron en realidad.
Este fin de año se ha convertido, en lo personal, más que un acto automático marcado en el calendario, en un anhelo ferviente, en una necesidad de conclusión, por una serie de sucesos que este año trajo para mí y para la sociedad colombiana, que no dejan otra cosa que un fuerte deseo de cambio, de que se consolide el final de un ciclo y la pronta renovación. El primero de dichos sucesos tiene que ver con el duelo que la enfermedad y la muerte, como ciclo natural de la vida, nos obliga a elaborar. En este sentido, este ha sido un año complejo para mi familia y para mí, por la tristeza y el dolor que implica ver cómo día a día mi padre se apaga, y ello me lleva a reconocer, a su vez, mi propia fragilidad.
However, there are closures that are not determined by a specific day marked on the calendar, but rather lengthen and go on and on or never really end, becoming more subtle with the passage of time, until new cycles give those endings new colors of which we do not know for sure if they ever really ended.
Personally, the end of this year has become more than just an automatic mark on the calendar, but rather a yearning, a need for closure due to a series of events that this year brought for me and for the Colombian society. It leaves none other than the strong desire for change, for the consolidation of the end of a cycle and a swift renewal.
The first of such events has to do with the grieving that illness and death, as part of the natural cycle of life, forces us to undergo. In this sense, it has been a very difficult year for me and my family because of the sadness and pain that comes from seeing how day by day my father drifts away which also leads me to realize my own fragility.
Lo segundo tiene que ver con el duelo, no natural e infinito, al que nos obliga la atrocidad humana, pues si algo ha quedado claro en el presente año es la inapelable realidad del conflicto armado colombiano, su ferocidad y truculencia. Es por estas razones que, por primera vez en mi vida, concluyo un año deseando que el tiempo pase velozmente, que lo adelante o que lo devuelva, pues este presente resulta singularmente doloroso, sobre todo cuando la responsabilidad de los actos más injustos y deplorables recae sobre las instituciones que se deben al cuidado de sus ciudadanos.
The second event is related to the grief, not natural and infinite, to which we are subjugated to by human atrocity; because if something has been clearly proven in the present year, it is the inescapable reality of the viciousness and gruesomeness of the Colombian armed conflict.
It is because of these reasons that, for the first time in my life, I am ending a year wishing for the time to pass quickly, I wish for it to go either forward or backward because the present time is too painful, especially when the most unjust and unspeakable acts are conducted by the institutions that are supposed to protect their citizens.
Termino este año deseando que el 31 de diciembre marque un final contundente, un cambio radical, con el fervor propio de los creyentes en algo más grande y más poderoso que la vida misma. Sin embargo, sé que este proceso apenas comienza, pues la verdad apenas está comenzando a ser desenterrada. No obstante, agradezco al arte la posibilidad que me brinda de imaginar que un mundo, que una Colombia mejor es posible, pues aún cuando el dolor es imborrable, la belleza puede reconfortarnos, reconstruirnos, y me refiero a la belleza del alma humana, aquella que es capaz de solidarizarse con el otro, reconociendo en su propio dolor, el dolor ajeno; me refiero también a la belleza de los rituales que como seres humanos le proponemos a la vida para llenarla de significado. Esta es la belleza que el arte nos permite elevar, como una herramienta sanadora, no en el sentido ingenuo de pretender que cura de manera definitiva, sino de que, en algo, alivia el sufrimiento.
I am finishing this year wishing, with the passion that only those who believe in something bigger than life itself have, that this December 31stmarks and end and a radical change. Colombia; is possible to have it better even when pain is haunting, beauty can comfort us, rebuild us. I am talking about the beauty of the human soul, which is capable of showing solidarity to the other by seeing on them it´s own pain. I am talking as well about the rituals that as human beings we surround our lives with to give it some meaning. That is the beauty that art allows us to make into a healing tool, not in the naive sense of making it the definitive cure, but in a way that it eases the suffering.
En medio de todos los sucesos a nivel personal y social que me han impactado fuertemente este año, debo agradecer, sin embargo, que otras instituciones se han sumado, conmigo, a la tarea de custodiar estas memorias, considerando su enorme importancia como archivos sensibles de la historia del conflicto armado colombiano, lo que resulta muy gratificante frente a la necesidad de amparar y conservar estas memorias, puesto que en mi propio país me he topado con la negativa de una de las instituciones más representativas del arte a acoger la obra Relicarios en calidad de donación y, cabe mencionar, en medio de un contexto donde la balanza se inclina a negar los sucesos acaecidos.
A pesar de lo anterior, el 20 de noviembre de este año 56 Relicarios partieron a Nuevo México, rumbo a la Fundación Lannan, donde ahora hacen parte de su colección de arte de manera permanente, lo que garantiza su cuidado y conservación a largo plazo; a su vez, debo agradecer que la Biblioteca Latinoamericana de la Universidad de Tulane ha acogido el portafolio de Relicarios 1/1 (es decir, las fotografías en proporción real de los 165 Relicarios, tanto en vista lateral como frontal) así como mis cuadernos de apuntes y álbumes fotográficos de registro del proceso de investigación y creativo de toda mi obra, que comprende Río Abajo, Sudarios y Relicarios, es decir 15 años de trabajo; archivo que para su conservación y protección de las víctimas y dolientes participantes, va a ser preservado y sellado al público durante 50 años. A su vez, la biblioteca de la Universidad de Bolonia, el Centro Internacional de Estudios Humanísticos Umberto Eco, acogió el portafolio 3/3 de Relicarios.
In between all these personal and social situations that have heavily stroked me this year I must nonetheless thank that other institutions have sum up to me to guard these memories, taking into account their high importance as noticeable memories of the Colombian arm conflict. Itcomes as something very pleasing because of the need to safe keep and preserve them since in my own country I have come across with the rejection of one of the most representative art institutions to receive the piece Relicarios as a donation, and, is worth to notice it, they do so in a context where the balance is more on the denying side of what happened.
Regardless of the above, this year, on November 20th, 56 Relicarios parted to New Mexico with the Lannan Foundation as their destiny. Now they are part of the permanent art collection, which will guarantee their care and preservation in the long run. I must also thank that the Tulane University's Latin American Library has received the Relicarios 1/1 portfolio (that is, the photographs in real proportion of the 165 Reliquaries, both in side and front view) as well as my notebooks and photo albums of the research and creative process of my entire works, which are Río Abajo, Sudarios y Relicarios; about 15 years of work. Records that for the conservation and protection of the mourners and victims involved will be preserved and sealed to the public for the next 50 years. In the same way, the University of Bologna Library, the Umberto Eco´s Advanced School of Humanistic Studies took the portfolio 3/3 of Relicarios.
En medio de dos tipos de duelos, el natural por la eminente partida de mi padre, y el duelo antinatural por los seres que la guerra arrebata y no devuelve, tal vez las palabras más coherentes para terminar este epílogo del 2019 se las debo a una de las dolientes que compartieron su testimonio para El Oratorio, quien al entregarme la carta que le escribió a sus dos hermanos desaparecidos me dijo: “no la pude terminar, ¿uno cómo termina esta carta si todavía no sabemos dónde están?”
Agradezco así a la vida la oportunidad de permitirme disfrutar del ciclo natural de la vida de mi padre, y espero que todos los duelos inconclusos de mi país puedan tener, al menos, la verdad.
In between two types of grieve, the natural one that comes from the imminent departure of my father into the unknown, and the unnatural grieve for those beings taken away to never come back again by war; perhaps, I owe the most coherent words to finish this 2019 epilog to one of the mourners that shared her testimony for El Oratorio. When she handed me the letter she had written to her two missing brothers told me: “I couldn´t finish it ¿how can you finish a letter if you still don´t know where they are?”
It´s in this way that I thank life for the opportunity that it has giving me to allow me enjoying the natural life cycle of my father, and hope that all the mourning, even those of my country can get, at least, the true.